Tan cerca de Estados Unidos, tan benéfico para Nearshore.
Un país como Estados Unidos, representa un incentivo económico para que países asiáticos consideren a México con uno de sus principales destinos comerciales.
La relación de amor-odio entre Asia y Estados Unidos pone a México a ratos contra la pared con nuestro vecino país del norte, pero también es la apertura de enormes oportunidades comerciales para el crecimiento económico de nuestro país.
De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), Estados Unidos es la principal economía del mundo, generó un PIB corriente de US$22,9 billones en 2021, equivalente al 23,7% del PIB mundial y superior en 29,6% al registrado por China, la segunda economía más importante.
Un país como Estados Unidos, el mayor importador del mundo y el segundo mayor exportador de bienes, así como también el mayor importador y exportador de servicios comerciales, representa un incentivo económico para que países asiáticos consideren a México con uno de sus principales destinos comerciales para nearshoring de sus cadenas de suministro, y como un lugar estratégico para invertir, agilizar sus operaciones con un sano equilibrio entre los costos y beneficios operativos, y de servicio que ofrece un tratado de libre comercio con Estados Unidos y Canadá.
La pandemia cambio las reglas de nuestra existencia en todos nuestros procesos de vida. Aceleró la digitalización y puso en la mesa un replanteamiento de las condiciones para que las empresas logren entornos competitivos a miles de kilómetros de sus territorios, por lo que la figura de nearshoring en zonas geográficas privilegiadas, por su cercanía a países desarrollados se convirtió en una prioridad estratégica global.
Los tiempos post pandémicos reiteraron a empresas asiáticas la estupenda geolocalización de México para invertir y configurar en estados del bajío y norte del país sus cadenas de producción automotriz, que además se benefician de contar con mano de obra calificada, e infraestructura industrial privilegiada para el comercio.
Empresas automovilísticas como Kia y próximamente Tesla aprovecharán las oportunidades que abre el T-MEC para las exportaciones automotrices y de autopartes entre los 3 países de América del Norte. Asimismo, otras firmas asiáticas consideran que la facilidad de producir en México, les jugaría a favor al dejar de depender de rutas marítimas y disminuir sus costos en transporte de importaciones y exportaciones que tiene como beneficio México, como un país alejado del conflicto entre Rusia y Ucrania.
Estados como Guanajuato y Nuevo León están dando una visibilidad máxima a sus capacidades tecnológicas y diferentes atractivos comerciales para que inversionistas basados en China, Singapur, entre otros países asiáticos, se decidan a relocalizar sus plantas de producción y crear espacios gemelos de ensamblaje, que les posibiliten la reducción de costos en procesos de manufactura con igual o mejor calidad, que la que tienen en sus mercados.
Sin embargo la cercanía con Estados Unidos no sería tan fructífera si México no ofrece condiciones alineadas a la Agenda 2030 de la UNESCO en cuanto a: la eliminación de la huella de carbono, digitalización de los procesos empresariales para la creación de proyectos y negocios sustentables; la integración y coordinación de prácticas comerciales interdependientes para que países desarrollados logren un desarrollo sostenible con el progreso de países en desarrollo; la inclusión de todos en una economía digital que reduzca la pobreza y que priorice los derechos humanos desde una perspectiva de igualdad de género y la integración de las mujeres en los objetivos y metas; acortar las brechas digitales desarrollando políticas públicas para la inclusión y la paz intercultural incluyendo a las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en la educación, para que todos vivan en el desarrollo sostenible.
Así, la nueva ruta de la seda se convierte en un nuevo camino de oportunidades comerciales también para países pertenecientes a la Alianza del Pacífico, que vía la Cámara de Comercio Singapur-México, han sumado a inversores asiáticos a sus territorios para crecer cadenas manufactureras orientadas a promover la 4ª. Revolución Industrial.
La digitalización de los procesos y la sustentabilidad son clave para que nuestra cercanía con Estados Unidos impulse el desarrollo de la industria 4.0 basada en la mente-factura, el uso del internet de las cosas (IoT), y la automatización de tareas tediosas, para que empresas nacionales y extranjeras no duden en que México es el principal destino comercial mundial para el nearshoring de empresas con competitividad de clase mundial.
Publicado originalmente por: https://la-lista.com/cultura/2023/01/02/la-esfinge-y-las-piramides-de-egipto-en-riesgo-por-el-cambio-climatico